jueves, 19 de abril de 2012

NO VIDA



Una narración sobre la vida podría ser un buen argumento literario, una caracterización de lo subliminal, de lo caricaturesco o cotidiano de formas evidentes. Pero esta novela, Los Mutilados, de Hermann Ungar (Moravia, 1893 – Praga, 1929), publicado por Siruela, es la novela de la NO vida, del involuntario paso por al existencia de su protagonista, Franz Polzer, que se intenta preservar de algo que no es sino la esencia misma de ser y estar. Escondido tras un trabajo monótono y aburrido, obviando sus carencias con una desmedida meticulosidad al orden, Polzer intenta que el viento de la vida no le roce y, si le roza, que al menos no lo despeine. Su animo apocado y titubeante es presa fácil para Frau Porges, su casera, y para Karl Fanta, un amigo de la infancia rico, cínico y mutilado, que vuelca en Polzer sus miedos, su rabia y su ofuscación por un complot ¿imaginario?. Con estas claves, Ungar nos retrata un personaje que recuerda mucho al Joseph K. de Kafka, aunque sin su visión catastrófica y sin su objetivismo.




Todos los personajes de la novela son dibujados con una precisión absolutas que nos hace más verosímiles sus complicados caracteres. Todo ello en una atmósfera asfixiante y opresiva donde es patente el desamparo que cada uno, a su manera, siente y padece.
Podríamos decir que Hermann Ungar fue admirado por Kafka o Zweig, pero su obra debería ser más que suficiente para mostrarnos su maestría sin tener en cuenta este dato.

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